viernes, 22 de julio de 2011

PASEO VIRTUAL

Las frutas y los vegetales



            Destinatario:Nivel Inicilal                                                                                                                                                              Edad:5 a 6 años 

Hola niños y niñas, ¡ bienvenidos al autobús de la alegría ¡, donde jugar es aprender y aprendemos jugando, aquí conoceremos sobre nuestras amigas las frutas y  nuestros amigos los vegetales, los cuales son alimentos que nos ayudaran a crecer sanos y fuertes, ahora abrochen sus cinturones que la aventura va a comenzar y prepárense para hacer nuestra primera parada    
http://www.youtube.com/watch?v=5N_UuJK1nvU y http://www.youtube.com/watch?v=SPn0Kdrb6EI&feature=related y   luego de esta divertida parada y con ayuda de la tía Simpatía quien les dará frutas y vegetales para que los prueben y luego coloren  en su cuaderno, de color rojo las que le hayan gustado su sabor



Luego de esta rica y divertida parada abrochen sus cinturones que iremos a visitar a la tía Travesura para que nos cuente una de sus adivinazas para poder entrar en la siguiente parada :    
Agua pasó por mi casa,
cate de mi corazón
abrochen sus cinturones y
adivinen ¿Quién soy?

http://www.conmishijos.com/ocioencasa.adivinanzas/categoria/frutas  y http://www.adivinancero.com/adivin32.htm  Ya que visitamos esta parada para poder salir con ayuda de tus compañeros busquen distintas adivinanzas sobre frutas y vegetales; y colóquenla en una hoja para guardarlas en su carpeta.

Ahora por ser unos niños muy obedientes iremos a visitar a nuestra querida tía Lila, quien siempre me dice que las frutas y los vegetales nos ayudan a crecer sanos y fuertes además que sus vitaminas nos dan una barrera contra las enfermedades , abrochen sus cinturones que ya vamos a entrar http://www.youtube.com/watch?v=4UsyuBL5fL  y  http://www.youtube.com/watch?v=4UsyuBL5fLw      
     Luego de haber aprendido sobre lo importante que son las frutas y los vegetales vamos a pintar en sus cuadernos las que aparecen en el video .

Para finalizar este divertido y maravilloso viaje pasaremos a ver la tía Indira quien nos mostrara lo importante de lavar las frutas y los vegetales antes de comerlos para que así los gérmenes no entren a nuestro organismo http://www.youtube.com/watch?v=EJnQGAkIdt0  y http://www.youtube.com/watch?v=STL67IdEDIE&feature=BFa&list=PLB4E49EF64A775829&index=76  es hora de despedirnos y nuestro querido conductor quiere que le contemos lo que sucedió en nuestro viaje a través de un  cuento que haran con ayuda de papi y mami   para  colocarlo en su carpeta.


jueves, 7 de julio de 2011

La tortuga taruga

La Tortuga taruga

Introduccion

Esta es la historia de una tortuguita que no tenia claro cual era su don y junto a sus amiguitos  el caracol Andes y la chinita Chiao lo descubriría, vamos a ver como lo hicieron, ¿te animas ?

Preguntas:

1-¿En que situaciones se vio envuelta nuestra amiguita la tortuga taruga?
2-¿Qué  aprendió nuestra amiguita la tortuga tarusa al final de la historia?
3-colorea una tortuga  y ponle tu nombre.

Recursos:

CD la tortuga taruga.

La gran pregunta:

-¿Qué don tu poses y como lo sabes?

viernes, 1 de julio de 2011

CAZAS DEL TESORO

República Dominicana

Esta maravillosa isla esta ubicada en el centro de latino América que cuenta con una hermosa cultura, una variedad climática y una historia impresionante. Esta isla no solo fue el escenario del encuentro de dos mundos si no que también es el lugar perfecto para el apareamiento de las ballenas jorobadas.

INTRODUCCION
Los niños luego de observar el video acerca de la república dominicana tendrán la oportunidad de responder preguntas y realizar las actividades que se les presentaran.                                                             
http://paraimprimirgratis.com/bandera-de-republica-dominicana-para-colorear
PREGUNTAS

1-¿Cómo es el clima de la república dominicana?

2-¿Cómo eran llamados los primeros pobladores de nuestra isla?

3-¿Qué se celebra el 27 de febrero de cada año?

4-colrea la bandera de República Dominicana

RECURSOS

CD-Con el contenido sobre la república dominicana.

LA GRAN PREGUTA
¿Qué fue lo que más te gusto de la República Dominicana?


sábado, 25 de junio de 2011

Dibujos infantiles de frutas: manzana

Frutas

Dibujos infantiles de frutas: Cereza
Dibujos de hadas: Winx Club

Imagenes infantiles

Dibujos Disney de hadas: Campanilla

Cazas del tesoro

Los árboles


Propósito.
Crear  en los niños  un sentimiento de curiosidad en el cual ellos descubran y sastisfasgan sus necesidades


Introducción.

Los árboles son plantas las cuales le sirven al ser humano como alimento, como  purificadores  del aire  ,de los suelos y existen de todos los tamaños y variedades cada uno con su diferente peculiaridad. Aquí descubriremos sus diferentes especies, tamaños y formas .


Preguntas.
                                                        - Que es para ti un árbol?
-          cuantas especies conoces?
-          como pueden ser los árboles?
-         - Los árboles son comestibles ?
-        
-        
-          la gran pregunta:
-         los árboles nos proporcionan vida?

-         Recursos:

jueves, 23 de junio de 2011

Magicas Princesas - Jesus Adrian Romero

Poemas para Niños

La paz de un niño

Poemas para Niños
Poemas para Niños.
Autor: Victoria Lucía Aristizábal
                                                                                                                                                                                 La paz de un niño
es la paz en piel de armiño
la paz de un bello ruiseñor
cuando el Señor quita sus penas
llenando de alegrìa y horas buenas
a quièn màs le significa el poder del amor
Es del niño la blancura
la paz que da frescura, diamantina
una paloma que al niño se asoma
y se le posa sin ningùn temor
llenando de color con arco iris
para pintar su dolor con un marco
que significa ternura de corazòn
                                                                                                                                                                           Con el niño la paz se inflama
con la llama del valor superior
con la voz amorosa de un racimo
de sìlabas que salen de su propio
corazòn para plantar con tacto
un canto que solo rime con amor. 
                                                                                                                                                                                                                                                         Coronados los niños por Dios amados
sin pena en la batalla porque no calla
la mano que intenta asesinar su pregòn
porque se mata con el niño el divino don
y cardos y penas quedaràn sin el niño de la paz
sin el niño que vino a enseñar con su inocencia
la ciencia de la firme y buena voluntad.

POEMAS INFANTILES

Poemas para Niños

Recuerdo infantil

Poemas para Niños
Poemas para Niños.
Autor: Antonio Machado
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
"mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón".
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

***La bella y la bestia***

PIN PON CON TATIANA

Tatiana-Estrellita

La Gallina turuleca [ ALTA CALIDAD ]

(TOPO GIGIO) A la camita.

(TOPO GIGIO) A la camita.

(TOPO GIGIO) A la camita.

CANCION DE HEIDI CON LETRA

Grupo Encanto - Soy Una Taza

PLANTILLA PARA COLOREAR


' http://www.ahiva.info/Colorear/Arboles/arbol-06.gif

ENLASE PARA CUENTOS INFANTILES

http://www.pekegifs.com/cuentos_infantiles.htm
Los Tres Cerditos

En el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. El lobo siempre andaba persiguiéndoles para comérselos. Para escapar del lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa.
El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar.El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él.El mayor trabajaba en su casa de ladrillo.- Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras casas- riñó a sus hermanos mientras éstos se lo pasaban en grande.
El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero el lobo sopló y sopló y la casita de paja derrumbó.El lobo persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí.Casi sin aliento, con el lobo pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano mayor.Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas.
El lobo se puso a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar. Con una escalera larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. El lobo comilón descendió por el interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó.Escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que nunca jamás quiso comer cerdito.
FIN
Caperucita Roja
Había una vez una niña llamada Caperucita Roja, ya que su abuelita le regaló una caperuza roja. Un día, la mamá de Caperucita la mandó a casa de su abuelita, estaba enferma, para que le llevara en una cesta pan, chocolate, azúcar y dulces. Su mamá le dijo: "no te apartes del camino de siempre, ya que en el bosque hay lobos".

Caperucita iba cantando por el camino que su mamá le había dicho y , de repente, se encontró con el lobo y le dijo: "Caperucita, Caperucita, ¿dónde vas?". "A casa de mi abuelita a llevarle pan, chocolate, azúcar y dulces". "¡Vamos a hacer una carrera! Te dejaré a ti el camino más corto y yo el más largo para darte ventaja." Caperucita aceptó pero ella no sabía que el lobo la había engañado. El lobo llegó antes y se comió a la abuelita.

Cuando ésta llegó, llamó a la puerta: "¿Quién es?", dijo el lobo vestido de abuelita. "Soy yo", dijo Caperucita. "Pasa, pasa nietecita". "Abuelita, qué ojos más grandes tienes", dijo la niña extrañada. "Son para verte mejor". "Abuelita, abuelita, qué orejas tan grandes tienes". "Son para oírte mejor". "Y qué nariz tan grande tienes". "Es para olerte mejor". "Y qué boca tan grande tienes". "¡Es para comerte mejor!".

Caperucita empezó a correr por toda la habitación y el lobo tras ella. Pasaban por allí unos cazadores y al escuchar los gritos se acercaron con sus escopetas. Al ver al lobo le dispararon y sacaron a la abuelita de la barriga del lobo. Así que Caperucita después de este susto no volvió a desobedecer a su mamá. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

FIN
Pulgarcito

Érase una vez un pobre campesino. Una noche se encontraba sentado, atizando el fuego, mientras que su esposa hilaba sentada junto a él. Ambos se lamentaban de hallarse en un hogar sin niños.
-¡Qué triste es no tener hijos! -dijo él-. En esta casa siempre hay silencio, mientras que en los demás hogares hay tanto bullicio y alegría...
-¡Es verdad! -contestó la mujer suspirando-. Si por lo menos tuviéramos uno, aunque fuese muy pequeño y no mayor que el pulgar, seríamos felices y lo querríamos de todo corazón.
Y entonces sucedió que la mujer se indispuso y, después de siete meses, dio a luz a un niño completamente normal en todo, si exceptuamos que no era más grande que un dedo pulgar.
-Es tal como lo habíamos deseado. Va a ser nuestro hijo querido.
Y debido a su tamaño lo llamaron Pulgarcito. No le escatimaron la comida, pero el niño no creció y se quedó tal como era en el momento de nacer. Sin embargo, tenía una mirada inteligente y pronto dio muestras de ser un niño listo y hábil, al que le salía bien cualquier cosa que se propusiera.
Un día, el campesino se aprestaba a ir al bosque a cortar leña y dijo para sí:
-Ojalá tuviera a alguien que me llevase el carro.
-¡Oh, padre! -exclamó Pulgarcito- ¡Ya te llevaré yo el carro! ¡Puedes confiar en mí! En el momento oportuno lo tendrás en el bosque.
El hombre se echó a reír y dijo:
-¿Cómo podría ser eso? Eres demasiado pequeño para llevar de las bridas al caballo.
-¡Eso no importa, padre! Si mamá lo engancha, yo me pondré en la oreja del caballo y le iré diciendo al oido por dónde ha de ir.
-¡Está bien! -contestó el padre-, probaremos una vez.
Cuando llegó la hora, la madre enganchó el carro y colocó a Pulgarcito en la oreja del caballo, donde el pequeño se puso a gritarle por dónde tenía que ir, tan pronto con un "¡Heiii!", como con un "¡Arre!". Todo fue tan bien como si un conductor de experiencia condujese el carro, encaminándose derecho hacia el bosque.
Sucedió que, justo al doblar un recodo del camino, cuando el pequeño iba gritando "¡Arre! ¡Arre!" , acertaron a pasar por allí dos forasteros.
-¡Cómo es eso! -dijo uno- ¿Qué es lo que pasa? Ahí va un carro, y alguien va arreando al caballo; sin embargo no se ve a nadie conduciéndolo.
-Todo es muy extraño -dijo el otro-. Vamos a seguir al carro para ver dónde se para.
Pero el carro se internó en pleno bosque y llegó justo al sitio donde estaba la leña cortada. Cuando Pulgarcito vio a su padre, le gritó:
-¿Ves, padre? Ya he llegado con el carro. Bájame ahora del caballo.
El padre tomó las riendas con la mano izquierda y con la derecha sacó a su hijo de la oreja del caballo. Pulgarcito se sentó feliz sobre una brizna de hierba. Cuando los dos forasteros lo vieron se quedaron tan sorprendidos que no supieron qué decir. Ambos se escondieron, diciéndose el uno al otro:
-Oye, ese pequeñín bien podría hacer nuestra fortuna si lo exhibimos en la ciudad y cobramos por enseñarlo. Vamos a comprarlo.
Se acercaron al campesino y le dijeron:
-Véndenos al pequeño; estará muy bien con nosotros.
-No -respondió el padre- es mi hijo querido y no lo vendería ni por todo el oro del mundo.
Pero al oír esta propuesta, Pulgarcito trepó por los pliegues de la ropa de su padre, se colocó sobre su hombro y le susurró al oído:
-Padre, véndeme, que ya sabré yo cómo regresar a casa.
Entonces, el padre lo entregó a los dos hombres a cambio de una buena cantidad de dinero.
-¿Dónde quieres sentarte? -le preguntaron.
-¡Da igual ! Colocadme sobre el ala de un sombrero; ahí podré pasearme de un lado para otro, disfrutando del paisaje, y no me caeré.
Cumplieron su deseo y, cuando Pulgarcito se hubo despedido de su padre, se pusieron todos en camino. Viajaron hasta que anocheció y Pulgarcito dijo entonces:
-Bájadme un momento; tengo que hacer una necesidad.
-No, quédate ahí arriba -le contestó el que lo llevaba en su cabeza-. No me importa. Las aves también me dejan caer a menudo algo encima.
-No -respondió Pulgarcito-, yo también sé lo que son las buenas maneras. Bajadme inmediatamente.
El hombre se quitó el sombrero y puso a Pulgarcito en un sembrado al borde del camino. Por un momento dio saltitos entre los terrones de tierra y, de repente, se metió en una madriguera que había localizado desde arriba.
-¡Buenas noches, señores, sigan sin mí! -les gritó con un tono de burla.
Los hombres se acercaron corriendo y rebuscaron con sus bastones en la madriguera del ratón, pero su esfuerzo fue inútil. Pulgarcito se arrastró cada vez más abajo y, como la oscuridad no tardó en hacerse total, se vieron obligados a regresar, burlados y con las manos vacías.
Cuando Pulgarcito advirtió que se habían marchado, salió de la madriguera.
-Es peligroso atravesar estos campos de noche -pensó-; sería muy fácil caerse y romperse un hueso.
Por fortuna tropezó con una concha vacía de caracol.
-¡Gracias a Dios! -exclamó- Ahí podré pasar la noche con tranquilidad.
Y se metió dentro del caparazón. Un momento después, cuando estaba a punto de dormirse, oyó pasar a dos hombres; uno de ellos decía:
-¿Cómo haremos para robarle al cura rico todo su oro y su palta?
-¡Yo podría decírtelo! -se puso a gritar Pulgarcito.
-¿Qué fue eso? -dijo uno de los espantados ladrones-; he oído hablar a alguien.
Se quedaron quietos escuchando, y Pulgarcito insistió:
-Llévadme con vosotros y os ayudaré.
-¿Dónde estás?
-Buscad por la tierra y fijaos de dónde viene la voz -contestó.
Por fin los ladrones lo encontraron y lo alzaron hasta ellos.
-A ver, pequeñajo, ¿cómo vas a ayudarnos?
-¡Escuchad! Yo me deslizaré por las cañerías hasta la habitación del cura y os iré pasando todo cuanto queráis.
-¡Está bien! Veremos qué sabes hacer.
Cuando llegaron a la casa del cura, Pulgarcito se introdujo en la habitación y se puso a gritar con todas sus fuerzas.
-¿Quereis todo lo que hay aquí?
Los ladrones se estremecieron y le dijeron:
-Baja la voz para que nadie se despierte.
Pero Pulgarcito hizo como si no entendiera y continuó gritando:
-¿Qué queréis? ¿Queréis todo lo que hay aquí?
La cocinera, que dormía en la habitación de al lado, oyó estos gritos, se incorporó en su cama y se puso a escuchar, pero los ladrones asustados se habían alejado un poco. Por fin recobraron el valor diciéndose:
-Ese pequeñajo quiere burlarse de nosotros.
Regresaron y le susurraron:
-Vamos, nada de bromas y pásanos alguna cosa.
Entonces, Pulgarcito se puso a gritar de nuevo con todas sus fuerzas:
-Sí, quiero daros todo; sólo tenéis que meter las manos.
La cocinera, que ahora oyó todo claramente, saltó de su cama y se acercó corriendo a la puerta. Los ladrones, atemorizados, huyeron como si los persiguiese el diablo, y la criada, que no veía nada, fue a encender una vela. Cuando regresó, Pulgarcito, sin ser descubierto, se había escondido en el pajar. La sirvienta, después de haber registrado todos los rincones y no encontrar nada, acabó por volver a su cama y supuso que había soñado despierta.
Pulgarcito había trepado por la paja y en ella encontró un buen lugar para dormir. Quería descansar allí hasta que se hiciese de día para volver luego con sus padres, pero aún habrían de ocurrirle otras muchas cosas antes de poder regresar a su casa.
Como de costumbre, la criada se levantó antes de que despuntase el día para dar de comer a los animales. Fue primero al pajar, y de allí tomó una brazada de heno, precisamente del lugar en donde dormía Pulgarcito. Estaba tan profundamente dormido que no se dio cuenta de nada, y no despertó hasta que estuvo en la boca de la vaca que se había tragado el heno.
-¡Oh, Dios mío! -exclamó-. ¿Cómo he podido caer en este molino?
Pero pronto se dio cuenta de dónde se encontraba. No pudo hacer otra cosa sino evitar ser triturado por los dientes de la vaca; mas no pudo evitar resbalar hasta el estómago.
-En esta habitación tan pequeña se han olvidado de hacer una ventana -se dijo-, y no entra el sol y tampoco veo ninguna luz.
Este lugar no le gustaba nada, y lo peor era que continuamente entraba más paja por la puerta, por lo que el espacio iba reduciéndose cada vez más. Entonces, presa del pánico, gritó con todas sus fuerzas:
-¡No me traigan más forraje! ¡No me traigan más forraje!
La moza estaba ordeñando a la vaca cuando oyó hablar sin ver a nadie, y reconoció que era la misma voz que había escuchado por la noche. Se asustó tanto que cayó del taburete y derramó toda la leche. Corrió entonces a toda velocidad hasta donde se encontraba su amo y le dijo:
-¡Ay, señor cura, la vaca ha hablado!
-¡Estás loca! -repuso el cura.
Y se dirigió al establo a ver lo que ocurría; pero, apenas cruzó el umbral, cuando Pulgarcito se puso a gritar de nuevo:
-¡No me traigan más forraje! ¡No me traigan más forraje!
Ante esto, el mismo cura también se asustó, suponiendo que era obra del diablo, y ordenó que se matara a la vaca. Entonces la vaca fue descuartizada y el estómago, donde estaba encerrado Pulgarcito, fue arrojado al estiercol. Nuestro amigo hizo ímprobos esfuerzos por salir de allí y, cuando ya por fin empezaba a sacar la cabeza, le aconteció una nueva desgracia. Un lobo hambriento, que acertó a pasar por el lugar, se tragó el estómago de un solo bocado. Pulgarcito no perdió los ánimos. «Quizá -pensó- este lobo sea comprensivo». Y, desde el fondo de su panza, se puso a gritarle:
-¡Querido lobo, sé donde hallar un buena comida para ti!
-¿Adónde he de ir? -preguntó el lobo.
-En tal y tal casa. No tienes más que entrar por la trampilla de la cocina y encontrarás tortas, tocino y longanizas, tanto como desees comer.
Y Pulgarcito le describió minuciosamente la casa de sus padres.
El lobo no necesitó que se lo dijeran dos veces. Por la noche entró por la trampilla de la cocina y, en la despensa, comió de todo con inmenso placer. Cuando estuvo harto, quiso salir, pero había engordado tanto que ya no cabía por el mismo sitio. Pulgarcito, que lo tenía todo previsto, comenzó a patalear y a gritar dentro de la barriga del lobo.
-¿Te quieres estar quieto? -le dijo el lobo-. Vas a despertar a todo el mundo.
-¡Ni hablar! -contestó el pequeño-. ¿No has disfrutado bastante ya? Ahora yo también quiero divertirme.
Y se puso de nuevo a gritar con todas sus fuerzas. Los chillidos despertaron finalmente a sus padres, quienes corrieron hacia la despensa y miraron por una rendija. Cuando vieron al lobo, el hombre corrió a buscar el hacha y la mujer la hoz.
-Quédate detrás de mí -dijo el hombre al entrar en la despensa-. Primero le daré un golpe con el hacha y, si no ha muerto aún, le atizarás con la hoz y le abrirás las tripas.
Cuando Pulgarcito oyó la voz de su padre, gritó:
-¡Querido padre, estoy aquí; aquí, en la barriga del lobo!
-¡Gracias a Dios! -dijo el padre-. ¡Ya ha aparecido nuestro querido hijo!
Y le indicó a su mujer que no usara la hoz, para no herir a Pulgarcito. Luego, blandiendo el hacha, asestó al lobo tal golpe en la cabeza que éste cayó muerto. Entonces fueron a buscar un cuchillo y unas tijeras, le abrieron la barriga al lobo y sacaron al pequeño.
-¡Qué bien! -dijo el padre-. ¡No sabes lo preocupados que estábamos por ti!
-¡Sí, padre, he vivido mil aventuras. ¡Gracias a Dios que puedo respirar de nuevo aire freco!
-Pero, ¿dónde has estado?
-¡Ay, padre!, he estado en la madriguera de un ratón, en el estómago de una vaca y en la barriga de un lobo. Ahora estoy por fin con vosotros.
-Y no te volveremos a vender ni por todo el oro del mundo.
Y abrazaron y besaron con mucho cariño a su querido Pulgarcito; le dieron de comer y de beber, lo bañaron y le pusieron ropas nuevas, pues las que llevaba se habían estropeado en su accidentado viaje.
FIN

CUENTOS PARA DORMIR

Pulgarcito

Érase una vez un pobre campesino. Una noche se encontraba sentado, atizando el fuego, mientras que su esposa hilaba sentada junto a él. Ambos se lamentaban de hallarse en un hogar sin niños.
-¡Qué triste es no tener hijos! -dijo él-. En esta casa siempre hay silencio, mientras que en los demás hogares hay tanto bullicio y alegría...
-¡Es verdad! -contestó la mujer suspirando-. Si por lo menos tuviéramos uno, aunque fuese muy pequeño y no mayor que el pulgar, seríamos felices y lo querríamos de todo corazón.
Y entonces sucedió que la mujer se indispuso y, después de siete meses, dio a luz a un niño completamente normal en todo, si exceptuamos que no era más grande que un dedo pulgar.
-Es tal como lo habíamos deseado. Va a ser nuestro hijo querido.
Y debido a su tamaño lo llamaron Pulgarcito. No le escatimaron la comida, pero el niño no creció y se quedó tal como era en el momento de nacer. Sin embargo, tenía una mirada inteligente y pronto dio muestras de ser un niño listo y hábil, al que le salía bien cualquier cosa que se propusiera.
Un día, el campesino se aprestaba a ir al bosque a cortar leña y dijo para sí:
-Ojalá tuviera a alguien que me llevase el carro.
-¡Oh, padre! -exclamó Pulgarcito- ¡Ya te llevaré yo el carro! ¡Puedes confiar en mí! En el momento oportuno lo tendrás en el bosque.
El hombre se echó a reír y dijo:
-¿Cómo podría ser eso? Eres demasiado pequeño para llevar de las bridas al caballo.
-¡Eso no importa, padre! Si mamá lo engancha, yo me pondré en la oreja del caballo y le iré diciendo al oido por dónde ha de ir.
-¡Está bien! -contestó el padre-, probaremos una vez.
Cuando llegó la hora, la madre enganchó el carro y colocó a Pulgarcito en la oreja del caballo, donde el pequeño se puso a gritarle por dónde tenía que ir, tan pronto con un "¡Heiii!", como con un "¡Arre!". Todo fue tan bien como si un conductor de experiencia condujese el carro, encaminándose derecho hacia el bosque.
Sucedió que, justo al doblar un recodo del camino, cuando el pequeño iba gritando "¡Arre! ¡Arre!" , acertaron a pasar por allí dos forasteros.
-¡Cómo es eso! -dijo uno- ¿Qué es lo que pasa? Ahí va un carro, y alguien va arreando al caballo; sin embargo no se ve a nadie conduciéndolo.
-Todo es muy extraño -dijo el otro-. Vamos a seguir al carro para ver dónde se para.
Pero el carro se internó en pleno bosque y llegó justo al sitio donde estaba la leña cortada. Cuando Pulgarcito vio a su padre, le gritó:
-¿Ves, padre? Ya he llegado con el carro. Bájame ahora del caballo.
El padre tomó las riendas con la mano izquierda y con la derecha sacó a su hijo de la oreja del caballo. Pulgarcito se sentó feliz sobre una brizna de hierba. Cuando los dos forasteros lo vieron se quedaron tan sorprendidos que no supieron qué decir. Ambos se escondieron, diciéndose el uno al otro:
-Oye, ese pequeñín bien podría hacer nuestra fortuna si lo exhibimos en la ciudad y cobramos por enseñarlo. Vamos a comprarlo.
Se acercaron al campesino y le dijeron:
-Véndenos al pequeño; estará muy bien con nosotros.
-No -respondió el padre- es mi hijo querido y no lo vendería ni por todo el oro del mundo.
Pero al oír esta propuesta, Pulgarcito trepó por los pliegues de la ropa de su padre, se colocó sobre su hombro y le susurró al oído:
-Padre, véndeme, que ya sabré yo cómo regresar a casa.
Entonces, el padre lo entregó a los dos hombres a cambio de una buena cantidad de dinero.
-¿Dónde quieres sentarte? -le preguntaron.
-¡Da igual ! Colocadme sobre el ala de un sombrero; ahí podré pasearme de un lado para otro, disfrutando del paisaje, y no me caeré.
Cumplieron su deseo y, cuando Pulgarcito se hubo despedido de su padre, se pusieron todos en camino. Viajaron hasta que anocheció y Pulgarcito dijo entonces:
-Bájadme un momento; tengo que hacer una necesidad.
-No, quédate ahí arriba -le contestó el que lo llevaba en su cabeza-. No me importa. Las aves también me dejan caer a menudo algo encima.
-No -respondió Pulgarcito-, yo también sé lo que son las buenas maneras. Bajadme inmediatamente.
El hombre se quitó el sombrero y puso a Pulgarcito en un sembrado al borde del camino. Por un momento dio saltitos entre los terrones de tierra y, de repente, se metió en una madriguera que había localizado desde arriba.
-¡Buenas noches, señores, sigan sin mí! -les gritó con un tono de burla.
Los hombres se acercaron corriendo y rebuscaron con sus bastones en la madriguera del ratón, pero su esfuerzo fue inútil. Pulgarcito se arrastró cada vez más abajo y, como la oscuridad no tardó en hacerse total, se vieron obligados a regresar, burlados y con las manos vacías.
Cuando Pulgarcito advirtió que se habían marchado, salió de la madriguera.
-Es peligroso atravesar estos campos de noche -pensó-; sería muy fácil caerse y romperse un hueso.
Por fortuna tropezó con una concha vacía de caracol.
-¡Gracias a Dios! -exclamó- Ahí podré pasar la noche con tranquilidad.
Y se metió dentro del caparazón. Un momento después, cuando estaba a punto de dormirse, oyó pasar a dos hombres; uno de ellos decía:
-¿Cómo haremos para robarle al cura rico todo su oro y su palta?
-¡Yo podría decírtelo! -se puso a gritar Pulgarcito.
-¿Qué fue eso? -dijo uno de los espantados ladrones-; he oído hablar a alguien.
Se quedaron quietos escuchando, y Pulgarcito insistió:
-Llévadme con vosotros y os ayudaré.
-¿Dónde estás?
-Buscad por la tierra y fijaos de dónde viene la voz -contestó.
Por fin los ladrones lo encontraron y lo alzaron hasta ellos.
-A ver, pequeñajo, ¿cómo vas a ayudarnos?
-¡Escuchad! Yo me deslizaré por las cañerías hasta la habitación del cura y os iré pasando todo cuanto queráis.
-¡Está bien! Veremos qué sabes hacer.
Cuando llegaron a la casa del cura, Pulgarcito se introdujo en la habitación y se puso a gritar con todas sus fuerzas.
-¿Quereis todo lo que hay aquí?
Los ladrones se estremecieron y le dijeron:
-Baja la voz para que nadie se despierte.
Pero Pulgarcito hizo como si no entendiera y continuó gritando:
-¿Qué queréis? ¿Queréis todo lo que hay aquí?
La cocinera, que dormía en la habitación de al lado, oyó estos gritos, se incorporó en su cama y se puso a escuchar, pero los ladrones asustados se habían alejado un poco. Por fin recobraron el valor diciéndose:
-Ese pequeñajo quiere burlarse de nosotros.
Regresaron y le susurraron:
-Vamos, nada de bromas y pásanos alguna cosa.
Entonces, Pulgarcito se puso a gritar de nuevo con todas sus fuerzas:
-Sí, quiero daros todo; sólo tenéis que meter las manos.
La cocinera, que ahora oyó todo claramente, saltó de su cama y se acercó corriendo a la puerta. Los ladrones, atemorizados, huyeron como si los persiguiese el diablo, y la criada, que no veía nada, fue a encender una vela. Cuando regresó, Pulgarcito, sin ser descubierto, se había escondido en el pajar. La sirvienta, después de haber registrado todos los rincones y no encontrar nada, acabó por volver a su cama y supuso que había soñado despierta.
Pulgarcito había trepado por la paja y en ella encontró un buen lugar para dormir. Quería descansar allí hasta que se hiciese de día para volver luego con sus padres, pero aún habrían de ocurrirle otras muchas cosas antes de poder regresar a su casa.
Como de costumbre, la criada se levantó antes de que despuntase el día para dar de comer a los animales. Fue primero al pajar, y de allí tomó una brazada de heno, precisamente del lugar en donde dormía Pulgarcito. Estaba tan profundamente dormido que no se dio cuenta de nada, y no despertó hasta que estuvo en la boca de la vaca que se había tragado el heno.
-¡Oh, Dios mío! -exclamó-. ¿Cómo he podido caer en este molino?
Pero pronto se dio cuenta de dónde se encontraba. No pudo hacer otra cosa sino evitar ser triturado por los dientes de la vaca; mas no pudo evitar resbalar hasta el estómago.
-En esta habitación tan pequeña se han olvidado de hacer una ventana -se dijo-, y no entra el sol y tampoco veo ninguna luz.
Este lugar no le gustaba nada, y lo peor era que continuamente entraba más paja por la puerta, por lo que el espacio iba reduciéndose cada vez más. Entonces, presa del pánico, gritó con todas sus fuerzas:
-¡No me traigan más forraje! ¡No me traigan más forraje!
La moza estaba ordeñando a la vaca cuando oyó hablar sin ver a nadie, y reconoció que era la misma voz que había escuchado por la noche. Se asustó tanto que cayó del taburete y derramó toda la leche. Corrió entonces a toda velocidad hasta donde se encontraba su amo y le dijo:
-¡Ay, señor cura, la vaca ha hablado!
-¡Estás loca! -repuso el cura.
Y se dirigió al establo a ver lo que ocurría; pero, apenas cruzó el umbral, cuando Pulgarcito se puso a gritar de nuevo:
-¡No me traigan más forraje! ¡No me traigan más forraje!
Ante esto, el mismo cura también se asustó, suponiendo que era obra del diablo, y ordenó que se matara a la vaca. Entonces la vaca fue descuartizada y el estómago, donde estaba encerrado Pulgarcito, fue arrojado al estiercol. Nuestro amigo hizo ímprobos esfuerzos por salir de allí y, cuando ya por fin empezaba a sacar la cabeza, le aconteció una nueva desgracia. Un lobo hambriento, que acertó a pasar por el lugar, se tragó el estómago de un solo bocado. Pulgarcito no perdió los ánimos. «Quizá -pensó- este lobo sea comprensivo». Y, desde el fondo de su panza, se puso a gritarle:
-¡Querido lobo, sé donde hallar un buena comida para ti!
-¿Adónde he de ir? -preguntó el lobo.
-En tal y tal casa. No tienes más que entrar por la trampilla de la cocina y encontrarás tortas, tocino y longanizas, tanto como desees comer.
Y Pulgarcito le describió minuciosamente la casa de sus padres.
El lobo no necesitó que se lo dijeran dos veces. Por la noche entró por la trampilla de la cocina y, en la despensa, comió de todo con inmenso placer. Cuando estuvo harto, quiso salir, pero había engordado tanto que ya no cabía por el mismo sitio. Pulgarcito, que lo tenía todo previsto, comenzó a patalear y a gritar dentro de la barriga del lobo.
-¿Te quieres estar quieto? -le dijo el lobo-. Vas a despertar a todo el mundo.
-¡Ni hablar! -contestó el pequeño-. ¿No has disfrutado bastante ya? Ahora yo también quiero divertirme.
Y se puso de nuevo a gritar con todas sus fuerzas. Los chillidos despertaron finalmente a sus padres, quienes corrieron hacia la despensa y miraron por una rendija. Cuando vieron al lobo, el hombre corrió a buscar el hacha y la mujer la hoz.
-Quédate detrás de mí -dijo el hombre al entrar en la despensa-. Primero le daré un golpe con el hacha y, si no ha muerto aún, le atizarás con la hoz y le abrirás las tripas.
Cuando Pulgarcito oyó la voz de su padre, gritó:
-¡Querido padre, estoy aquí; aquí, en la barriga del lobo!
-¡Gracias a Dios! -dijo el padre-. ¡Ya ha aparecido nuestro querido hijo!
Y le indicó a su mujer que no usara la hoz, para no herir a Pulgarcito. Luego, blandiendo el hacha, asestó al lobo tal golpe en la cabeza que éste cayó muerto. Entonces fueron a buscar un cuchillo y unas tijeras, le abrieron la barriga al lobo y sacaron al pequeño.
-¡Qué bien! -dijo el padre-. ¡No sabes lo preocupados que estábamos por ti!
-¡Sí, padre, he vivido mil aventuras. ¡Gracias a Dios que puedo respirar de nuevo aire freco!
-Pero, ¿dónde has estado?
-¡Ay, padre!, he estado en la madriguera de un ratón, en el estómago de una vaca y en la barriga de un lobo. Ahora estoy por fin con vosotros.
-Y no te volveremos a vender ni por todo el oro del mundo.
Y abrazaron y besaron con mucho cariño a su querido Pulgarcito; le dieron de comer y de beber, lo bañaron y le pusieron ropas nuevas, pues las que llevaba se habían estropeado en su accidentado viaje.

FIN

miércoles, 22 de junio de 2011

http://quierojugaryaprender.blogspot.com/search/label/Miniquest http://www.educ.ar/educar/miniquest-cuentos-tradicionales.html

Enlaces para Web Quest Educativos

http://usuarios.multimania.es/mundodelosanimales/
http://internetenjardin1.blogspot.com/2010/04/webquest-miniquest-y-cacerias-de-tesoro.html

http://www.educacioninicial.com/EI/contenidos/00/4650/4663.asphttp://64.76.125.156/webquest/webquest/soporte_tabbed_w.php?id_actividad=508&id_pagina=1                                                                                         http://www.delacalle.net/cristina/webquest/               http://www.juntadeandalucia.es/averroes/ceipalcaldejjrebollo/actividades_tic/webquest_coeducacion/index.htm                                                                                                               http://www.juntadeandalucia.es/averroes/ceipalcaldejjrebollo/actividades_tic/webquest_coeducacion/index.htm

viernes, 17 de junio de 2011

RESUMEN SOBRE EL BUEN USO DEL INTERNET

La utilización segura y educativa
 de Internet
 en las escuelas

No cabe duda de que el mundo se encamina cada vez más, hacia la modernización, y el proceso enseñanaza-aprendizaje no escapa a esta tendencia, de maenra que se impone que los actores del sitrema conozcan  manejen cada una de las herrameitnas tecnológicas que trae consigo la modernización señalada, a los fiens de extraer el mejor de los provechos a los mismos.

En ese sentido, al parecer está fuera de toda discusión el que la red electrónica de redes, Internet, se está convirtiendo en una herramienta poderosísima para el intercambio de información de todo tipo entre los ciudadanos y ciudadanas del mundo, proceso que jamás se detendrá, puesto que como se sostiene: “Internet es una valiosa y expansiva red de información, cuyo contenido no está regulado y que mezcla, sin orden ni concierto, verdades, medias verdades y engaños. Junto con información valiosa, también incluye oleadas de páginas pornográficas, violencia y material políticamente  peligroso, que surge a menudo de forma inesperada, sin previo aviso”.

Muchos han sido los logros que se han alcanzado en este proceso de modernización, consolidado por una serie de hallazgos, y “A partir de los hallazgos de las investigaciones realizadas en el ámbito nacional e internacional, puede afirmarse a grandes rasgos que el profesorado..., en general, se muestra inseguro y desorientado sobre las posibilidades, riesgos y limitaciones”, lo que es colocarse de espalda a los referidso avances, que precisamente deben convertirse en aliados útiles para faciliatar el proceso de enseñanza, puesto que cada vez la tendencia es hacia esos confines, y de lo que se trata es de sacar el mejor de los provechos.

Precisamente sobre esa base y para colaborar a paliar esta necesidad se proponen las siguientes guías  sobre contenidos y estrategias de utilización y formación, cuya finalidad es contribuir a lograr un  empleo más seguro y educativo de Internet, por lo que ya hemos dicho; no se trata de colocarse de espalda a estos avances, sino de convertilos en neustros mejroes alifaos, toda vez que se trata de una tendencia al parecer irreversible.

Todo esto nos lleva al convencimieto de que tenemos que ver y manejar el internet como lo que es, una red social mundial, un espejo de la sociedad. Con la característica de que no está controlada, por ahora, por ninguna organización central y no siempre se puede establecer la fiabilidad de la información que  ofrece. De la misma manera que los demás medios de comunicación y entretenimiento, las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) pueden ser el vehículo de mensajes positivos, pero también de otros contraproducentes desde un punto de vista educativo.

Pero no sólo se trata de que los docentes asuman estos cambios, sino que del mismo modo se constituye en un alido útil del estuadinte, del alumno, al que se le asegurar por esta vpía varias posiblidades. En lo que respecta a este último punto, se precisa destacar que “El desarrollo de habilidades en el manejo de las Tecnologías de Información y Comunicación capacita al alumnado para acceder a recursos variados, crear y compartir documentos de todo tipo y participar en actividades de  aprendizaje sin restricciones de husos horarios ni emplazamientos geográficos”, loq ue de entrada se erige en una gigantezca ayuda, jamás pensada si nos colocamos en estadio anteriores a la apareación de tan importante herrameitna.

Hay que decir que ciertamente “todas estas posibilidades pueden considerarse extensiones sofisticadas de las habilidades tradicionales –leer, escribir, hablar y escuchar– que se experimentan en el ámbito escolar. Un gran número de estudios llevados a cabo en distintos países han confirmado que el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en educación puede proporcionar además otros  beneficios educativos significativos; entre otros, los siguientes: 1) Una ruptura más fácil de las   barreras artificiales que separan la escuela del mundo que queda fuera de ella; 2) Un mejor aprendizaje de los contenidos de las distintas áreas curriculares, facilitando el trabajo interdisciplinar; 3) Adquisición de una mayor responsabilidad con respecto a la propia tarea de aprendizaje; 4) Mejora de habilidades investigadoras: búsqueda, documentación, clasificación, síntesis, comparación; 5) Incremento de la motivación, el disfrute y el interés en las  experiencias de aprendizaje; 6) Aumento de la sensación de éxito en el aprendizaje; 7) Mejora de la autoestima y fortalecimiento de la capacidad de proyección a nuevos horizontes; 8) Ayuda para el desarrollo del pensamiento crítico del alumnado, de su capacidad de contraste, elección y toma de decisiones.

Ahora bien, no sólo es en lo que respecta a los alumnos, sino a todos los actores del sistema, como hemos dicho, puesto que de igual manera existen amplias posibilidades para la docencia, puesto que “si Internet se integra en el desarrollo del currículum escolar, se convierte en una poderosa herramienta didáctica en manos de los docentes, pues permite y facilita: 1) El uso de información que la escuela ya tiene almacenada, ahorrándo tiempo; 2) La utilización de ordenadores para reducir esfuerzo cuando se  realizan tareas repetitivas; 3) Recoger, almacenar y clasificar toda clase de datos de una forma   estructurada y accesible; 4) Obtener de la red información variada, actual, novedosa y relevante para ser utilizada en las clases; 5) Proponer experiencias, actividades y proyectos de trabajo que impliquen el acceso del alumnado a la información contenida en la red; en fin, múltiles ventajas que sabiendolas utilizar, son sencillamente una ayuda valiosa, y de ahí su importancia. Por todo lo comentado, se hace necesario y vital, que se puedan desarrollar estrategias de formación y prácticas adecuadas, educativa y segura de Internet requiere urgentes e intensivos programas de sensibilización y capacitación de los  profesionales. La formación del profesorado en las tecnologías de información y comunicación  requiere adquirir habilidades y conocimientos tanto en lo referente a la educación sobre y para Internet como a la educación a través de Internet. Algunas recomendaciones para la formación del profesorado  son las siguientes: 1) La clave para un uso más seguro y educativo de Internet es la propia formación de usuarios y el desarrollo de una actitud responsable; 2) La experiencia conjunta de progfesorado y alumnado en el uso de internet es una estrategia educativa de primer orden para promover la formación atenta y controlada de ambos; 3) Campañas de concienciación intensiva y extensiva así como  programas concretos que promuevan la información clara pero completa sobre las virtudes y los riesgos de Internet y sobre su uso adecuado; 4) Los centros de formación del profesorado (CEP) pueden constituir un vehículo ideal para ofrecer a los docentes información, materiales, recursos y ejemplos sobre las posibilidades del uso educativo de Internet.